El viernes 30 de julio los legítimos propietarios del solar hicieron entrar unas máquinas y lo arrasaron. La elección de la fecha podría hacer sospechar de la honestidad completa de sus propósitos, pero no os engañéis. La torre, a pesar de pertenecer al conjunto original de la antigua estación de marxalenes y ser así patrimonio industrial de finales del siglo XIX había sido hábilmente escamoteada por algún prestidigitador del registro de bienes de titularidad pública mediante alguna estratagema pacífica que este pobre can no ha podido determinar aún. No constando en registro alguno no había razón para respetarla. Y la elección de la fecha del derribo habrá más bien que atribuírsela a la bondad de los empresarios, deseosos de causar el menor perjuicio a los habitantes del barrio haciendo el derribo el día que todos partían de vacaciones, y no al temor de que alguien pudiera señalar un expolio al bien de todos y así impedirles disponer del bien que habían comprado al ayuntamiento en pública subasta después de que este recalificara el terreno...
Los entresijos administrativos son complicados, y mientras los ciudadanos de a pie ya tenemos bastante con usar nuestro tiempo en trabajar para pagar las hipotecas, comer y ver la tele; los poderosos pueden usarlo en algo mucho más útil como seguir las tendencias urbanísticas de los ayuntamientos para aprovechar, en su propio beneficio, los cambios de humor de estos. Así se entiende que los poderosos sean cada vez más poderosos y los pobres seamos cada vez más pobres. No de espíritu, al menos algunos lo intentamos, aunque la tendencia general también vaya en este sentido.
Me quedo sin embargo con las sabias palabras que me dijo el Sr Torres, abogado de Gesfesa Valencia, un mes antes: Te vamos a cortar la barba, Guillermo. No te hagas el mafioso conmigo. Te hemos dejado estar aquí muy bien. Has hecho lo que has querido. Ahora coges tus cosas y te largas.
Bueno, pues eso: Es cierto que he estado muy bien y que ellos me dejaron. No me haré mafioso, no me gustan los mafiosos. Yo mismo me he cortado la barba, he cogido mis cosas y me he largado. Y en un mes y medio me iré más lejos, y sacudiré el polvo de mis sandalias a la puerta de la ciudad. Y seguiré siempre intentando hacer lo que crea y quiera. Y si queréis ver los vídeos que grabamos ese día, pues aquí los tenéis
4 comentarios:
Lo que no entiendo, Huelladeperro, es por qué ahora, en medio de esta crisis, cuando se supone que hay tropecientas mil viviendas construidas sin comprador posible, cuando se supone que el sector de la construcción está acabado por bastantes años en este país. ¿Se me escapa algo?
Sabias palabras, pero capciosas. ¿Pretenden los poderosos que aún les demos las gracias por no hacernos pagar el aire que respiramos? “Te hemos dejado estar aquí”, ja!, qué magnificencia la suya. ¿No serán ellos los que nos robaron lo que es nuestro, lo que es de todos, lo que debería haber sido también tuyo? Y no me refiero necesariamente al solar, ya me entiendes.
Los tubos los veré en unos días, que ahora tengo restricciones de red.
Un beso!
Verás Huella,
he leído hace días esta entrada tuya, igual que he visto el video de tu paseo jajaja ¡¡pareces un anacoreta!! jajaja en fin, que no he sabido que decirte, solo que lo siento.
¡¡Ah!! y si en esta historia hay algún mafioso Huella, ese no has sido tú, da más el perfil, el tal Torres ese ¡¡cómo no van a llamar a los abogados de todo!! ... Siento que dejes tu ciudad, seguro que donde vayas dirá como las amigas de tu madre...
Pero...¡¡ qué guapo!! :-)
Un beso Huella y suerte en tu camino.
Capitalismo: destruye y vuelve a construir, da igual si es necesario o no, da igual si es positivo o no. En mi opinión, uno de los mayores monstruos que ha creado este sistema ha sido el sector de la construcción - immobiliaria, de los más destructivos, al mismo nivel que las fábricas y sus vertidos, podríamos decir.
Debo afirmar, aunque no sea esta su intención, que el vídeo de "El último paseo" me ha conmovido.
Un saludo.
En realidad, Antígona, de momento no van a construir nada. Simplemente dejaron lisito el solar y eliminaron un elemento paradójico: la torre; que no existía en los papeles.
Mafioso no, María. Un angel (o algo así):
Sólo hay un dios, Osama Bin Laden; y el señor Torres es su profeta.
¿Crees tú, Lucas, que si cada uno de los que somos conscientes de ello matáramos al Sr Torres que tenemos al lado se arreglaría la cosa?
La intención era mostrar que seis amigos de tres especies distintas pueden darse un paseo por la ciudad juntos y disfrutarlo. La intención era dar ejemplo de una forma armoniosa de relacionarse.
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