14 feb 2010

Paranoia

Es un pobre desgraciado, que padece una terrible obsesión:
Está convencido de que Dios quiere matarlo.

7 comentarios:

c.e.t.i.n.a. dijo...

Si de verdad cree en Dios por fuerza será así.

Antígona dijo...

Es lo bueno de creer en Dios. Que siempre existe un culpable para todo. Y mira que nos tranquiliza encontrar culpables.

Un beso!

huelladeperro dijo...

Ya.

Bueno, Dios es aquí una licencia literaria. Exista o no como ser personal; como conjunto lógico de leyes matemáticas; como primer motor o como la madre que lo parió, es indudable que es, de manera inmediata, un constructo humano para referirse a aquello que siendo decisorio en nuestra vida y nuestro destino está por completo fuera de nuestro control.

Es en este sentido más general que empleo casi siempre el término en este blog.
Y el sentido de este pequeño post no era otro que señalar la que me parece la fuente de todas (casi todas) las paranoias que psiquiatras, psicólogos y enfermos refieren y que se pueden encontrar en la inmensa mayoría de los casos clínicos conocidos... La desprotección frente al destino; la seguridad de la propia muerte inevitable. Que suele tomar, por mor de esta sociedad hipócrita y de negación de la evidencia, las formas más peregrinas en las transferencias más improbables.

Jarrek dijo...

No es dios, es el tiempo quien nos mata. Como cualquier otra droga, si abusas demasiado de él... vas jodido

Antígona dijo...

Huelladeperro, pese a la brevedad de mi comentario, no a otra cosa me refería yo que a lo que tú mismo has señalado. Porque disponer de un culpable, sea Dios, el genio maligno o Perico de los Palotes es acogerse a la ilusión de la existencia de un motivo identificable, de una causa cognoscible para los males que nos aquejan, sea la muerte, la enfermedad, o la desgracia imprevisible.

Entiendo que lo que menos soportamos los humanos son los porqués sin respuesta. ¿Por qué he enfermado un cáncer si llevo una vida sana? ¿Por qué se me ha caído el tejado encima si nada lo anunciaba? ¿Por qué me tengo que morir un día de estos? El "porque la vida es así", "no hay razones que lo expliquen", "nunca lo sabremos" no es tolerable para nuestro entendimiento. Sin embargo, "porque Dios así lo ha querido" sirve a muchos de consuelo. Incluso si ese Dios se parece más al genio maligno y se tranforma entonces en un culpable, en una fuerza perversa a la que maldecir y odiar.

Lo que menos soportamos es el vacío. Horror vacui, que le dicen.

Otro beso!

Jorge dijo...

Sin duda hay entes, algunos humanos, que deciden parte de nuestro destino por el bien de sus intereses, como nosotros hacemos con otros seres vivos y no vivos. Nacer, enfermar y morir forman parte de ese destino. Las grandes reglas, el tablero, los movimientos permitidos, el espacio-tiempo de juego no lo ponemos nosotros, pero, una vez dentro del tablero tenemos cierta responsabilidad y margen de acción para que el juego, dentro de sus límites, sea de tal o cual manera. El mundillo de los blogs es un ejemplo microscópico de esto.

Podríamos ir más allá pero no vamos porque toda evolución tiene un precio y nosotros no estamos dispuestos a pagarlo. Nos plantamos en un escalón filogenético y, en general, no queremos desaparecer como especie con esta forma y contenido. Y es que explorar, evolucionar, ser el jefe, Dios, tiene también sus pros y sus contras. Evolucionar no tiene porqué ser una palabra positiva. Weno, no es ni una palabra.

La humanidad debe reproducirse y asegurar así su existencia JAJAJA No, amigos, no. Los tiros no van por ahí, ni mucho menos. Mientras no nos elevemos por encima del bien y del mal pocas cosas cambiarán.

Simplemente no sabemos porque no queremos saber porque las respuestas carecen de cualquier tipo de trascendentalidad o importancia y para nosotros son bastante absurdas, son para decir: vamos, no me jodas, ¿y me muero-nazco por esto?

Los hay muy evolucionados, seres que nos dan mil vueltas y eso no lo digerimos. Estamos aquí porque nos dejan estar aquí. Nuestras necesidades son nuestra cárcel. No tenerlas es el vacío que dice Antígona. Y el vacío es un puto aburrimiento al que te acostumbras y en el que vas perdiendo la noción del espacio, del tiempo, del bien, del mal, la amistad, la enemistad, la vida, la muerte, el sueño y el no sueño, la locura, la cordura... donde distinguir la fantasía de la realidad no tiene importancia, donde la locura fue distinguirlas.

Jorge dijo...

y a veces me da un miedo que me cago